
Si examinamos los procesos sociales del pasado se ve claramente que la identidad de cualquier ser humano independiente de su entorno cultural propendía por un conjunto mínimo de actitudes y actividades que garantizaban la existencia, la subsistencia y la convivencia a lo largo de sus vidas, las culturas desarrollaron infinidad de actividades, procesos, ritos, costumbres que pasaron de generación en generación de mayores a menores garantizando que su comunidad traspasara las barreras del tiempo y que lo hicieran cada vez mejor, así se trasmitió el conocimiento de forma milenaria con el único interés de que cada individuo educado en su comunidad velara por el bienestar y la continuidad de la misma.
Ahora tenemos una globalización cuya base económica no vela más que por los intereses de unos pocos, no hace ningún aporte al desarrollo humano y ambiental, al contrario guía rápida e inevitablemente a toda la humanidad a una gran catástrofe, a través de un modelo económico mundial la identidad de las nuevas generaciones obedece única y exclusivamente a la necesidad de mantener dicho modelo, a través de las tecnologías de comunicación se le guía al individuo en la construcción de su identidad, se le convence de cuáles son sus metas, sueños, necesidades y todas, absolutamente todas, son meramente de carácter material y se deben obtener a cualquier costo, no se tocan temas espirituales, morales, éticos, lo único realmente importante es que el individuo y su entorno trabajen en la continuidad de un modelo que beneficia a sus promotores y acrecenta la brecha de la desigualdad social.
Perdidos los orígenes de una identidad individual edificadora para las comunidades, debemos reflexionar acerca de las posibilidades reales de modificar el rumbo actual, no se podrá eliminar de manera tajante y de repente la construcción social de los últimos 100 años sobre los modelos económicos que actualmente vemos errar y que dominan el mundo, sin embargo el tema ambiental se ha convertido en un detonante real que nos muestra clara y físicamente las consecuencias terribles que para el entorno físico tiene el modelo, pero hay algo más grave para nuestra especie, el daño social, ese daño es superior al del planeta, se afecta de manera negativa y cruel a más del 70% de la población y no nos sentimos preocupados, somos totalmente indiferentes, si me puedo mantener en mi zona de confort hasta el día de mi muerte ninguno de estos temas me preocupa, increíble no? Bueno algunos nos hemos empezado a preocupar un poquito más por lo que pasa, el primer tema que nos preocupa es el medio ambiente, debe ser porque lo sentimos más “mí propiedad” y sabemos que finalmente nos veremos afectados a título personal, el segundo tema el que no nos importa tanto son los individuos que se encuentran en pésimas condiciones y sentimos que definitivamente no son “mi problema”, por qué? Porque cuando creamos nuestra identidad individual en medio de esta cultura capitalista, de consumo, con pocos valores espirituales, éticos, morales, no se me reconocía por velar y aportar al bienestar y continuidad de la comunidad sino por la cantidad y calidad de objetos o información que poseía o podía demostrar tener, así los demás seres humanos que no reconozco dentro de mi identidad colectiva no tienen importancia, lo único importante es tener lo suficiente para que quienes considero mis iguales me reconozcan como un individuo valido y valioso.
La transformación de la humanidad, la evolución de la globalización, la búsqueda de un desarrollo social real, el cambio de las comunidades, el adecuado uso del medio ambiente, todas tiene su origen en la formación del individuo y no me refiero a una formación académica, se trata de la formación del ser, la conformación de su colectividad y su relación con el entorno ambiental, debemos trabajar arduamente en la construcción de una nueva identidad individual para nosotros los actuales protagonistas de la vida y en una identidad individual para las siguientes generaciones, uno a uno, cada integrante de una comunidad es valioso, quiénes somos? y quiénes son los demás?, son preguntas que debemos contestarnos basándonos en el reconocimiento de los individuos no por su capacidad de acaparar capital, sino por su capacidad de aportar al bienestar y continuidad de la sociedad, de manera que garanticen la existencia, la subsistencia y la convivencia de la comunidad con todos sus integrantes y con el planeta.